sábado, 18 de abril de 2009

Verde que te quiero verde




Romance Sonambulo
Federico G. Lorca

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verde ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.





Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
Pero quién vendra? Y por dónde . . . ?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
-Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
-Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
-Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
-Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
-Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas;
dejadme subir! dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

Ya suben los dos compadres

hacia las altas barandas.

Dejando un rastro de sangre.

Dejando un rastro de lágrimas.

Temblaban en los tejado, farolillos de hojalata.

Mil panderos de cristal

herían la madrugada.

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
Compadre! Dónde está, díme?
Dónde está tu niña amarga?
Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

2 comentarios:

fernando dijo...

Cuánto verde, incluso con la amapola el trasfondo es verde, muy bien amenizado con ese repertorio de imágenes llenas de verde, mejor dicho, de verdes porque son muchas las tonalidades de verde, verde rio, verde hoja, verde piedra, verde fondo ...y como no, combinado con este poema de García Lorca, las tonalidades son infinitas del verde esperanza; incluso para los menos asíduos a la poesía, harás que se interesen por ella.

Transi Robles dijo...

Pues si te pones la cancion de Manzanita mientras lees el poema la gozada es aún mayor. La letra no es fiel al poema de Lorca pero es muy bonita y recoge su espíritu.
Muy bonito tu comentario, ...verde vida, verde esperanza.