jueves, 25 de febrero de 2010

Primeras orquídeas

Las disfruto cada año en las lomas cercanas desde hace unos cuantos; les quito los hierbajos, las amparo rodeándolas de piedras, les echo algo de agua en tiempos de sequía... Y ellas cada temporada me deleitan con sus flores y su magia.
Y cuando sus flores se abren me imagino insecto, atraído por sus perfumes, posado en ellas para libar su azucarado néctar, atontado por sus feromonas...
Este año con el frío han tardado un poco más y ya hacía días que las esperaba. Hoy las he visto espléndidas. A pesar de las malas condiciones de luz no he podido resistirme a tomar estas instantáneas.
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"Ophrys tenthredinifera"

Por las magníficas fotos que hay en su interior os recomiendo un libro:
"Las orquídeas de la provincia de Alicante", de Joan Piera Olives, Manuel B. Crespo y Michael R. Lowe. La edición es del Instituto Alicantino de Cultura "Juan Gil-Albert" (Organismo autónomo de la Diputación Provincial de Alicante).
Un artículo relacionado e interesante, Mariano y Joan, Estrada y Piera...¡Qué buena pareja!
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En esta dirección encontrareis, por si os interesa, información sobre estas maravillosas plantas: http://www.elecodealhama.com/num023/orquideas.html
Y por si esto fuera poco ahí va un vídeo muy ilustrativo sobre la atracción que las orquídeas ejercen sobre los insectos polinizadores.

domingo, 21 de febrero de 2010

Por tierras de Al-Azraq


Mohammad Abu Abdallah Ben Hudzäil al Sähuir (1208, Vall de Alcalá, en Alicante, - 1276, Alcoy), conocido con el sobrenombre de Al Azraq (el de los ojos azules), fue un caudillo musulmán que vivió a mediados del siglo XIII al sur del entonces Reino de Valencia.
Era hijo del valí Hudzäil al Sähuir y de madre cristiana. Pasó largas temporadas en las cortes de Aragón, Valencia y Granada.
Tras la conquista del reino de Valencia por Jaime I de Aragón, Al-Azraq estableció un pacto con el monarca aragonés, por el que el señor musulmán obtuvo el control de una serie de fortificaciones en los valles de Alcalá y Gallinera.
Sin embargo, debido a los continuos abusos contra la población musulmana, Al-Azraq encabezó tres sublevaciones contra el monarca aragonés.
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"Fuente de Alcalá de la Jovada"


"Puente medieval"

"Acueducto"
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Al-Azraq llegó a convertirse en el señor mudéjar más importante del siglo XIII. Tuvo la confianza y amistad del rey Jaime I y Alfonso X El Sabio.
Cuando comenzó la primera revuelta contra los moriscos en el año 1244, controlaba los castillos de Al-Hamra, Pego y Alcalá de Jovada; sin nombrar otros castillos menores.
Durante la segunda revuelta, da muchos quebraderos de cabeza al anciano Jaime I. Incluso está a punto de matarlo en una emboscada. Sin embargo, fue traicionado por su propio consejero y tuvo que partir al exilio, dejando sus dominios muy reducidos.
La tercera (y ultima) revuelta contra los moriscos, afectó directamente a Al-Cohí (Alcoy). Los musulmanes se revelaron contra los señores feudales castellanos por sus frecuentes abusos y Al-Azraq vuelve del exilio para defender a los suyos.
Pero esta vez Alcoy (con supuesta acción mágica de San Jorge) fue defendido con numerosos caballeros con armaduras y Al-Azraq fue derrotado.
Cuentan que fue abatido en los muros de Alcoy mediante una técnica de distracción...
Los despoblados de alrededor de Alcalá de la Jovada es todo lo que queda como restos de la población árabe que vivió aquí durante 9 siglos.
Uno de los despoblados moriscos que mejor se conserva es el de Atzuvieta. Antes de la expulsión allí vivían 17 familias. Fue ocupada por repobladores cristianos a lo largo de todo el siglo XVII. Las casas tienen una estructura sencilla, son de planta cuadrangular, con una habitación paralela a la fachada principal y un patio que ocupaba gran parte del edificio. A veces se construye otro habitáculo al fondo del patio o se adosa formando una "L" en uno de los laterales. Los escasos departamentos servían para dormir, como taller, almacén, cocina, etc. Las técnicas constructivas más antiguas se basan en los tapiales hechos con tierra, piedras y mortero de cal, pastados, prensados dentro de un cofre de madera y secados al aire.
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Junto al barranco de la Gleda, a unos 730 m. de altitud, encontraremos la alquería andalusí de la Queirola (Cariola o Criola), con una docena de casas, donde aún se pueden ver abundantes restos medievales (paramentos y elementos constructivos, distribuciones de los elementos, patios...). En el siglo XIII la alquería pertenecía al caudillo musulman Al-Azraq. Antes de 1609, año de la expulsión de los moriscos, habitaban en ella 13 familias, después quedó despoblada. En los siglos XVIII y XIX se intentará ocupar de nuevo, pero gran parte de las casas se convierten en corrales para el ganado.

"Despoblado morisco La Queirola"
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"Corral de ganado construído en una oquedad natural"


"Interior del corral"

"El penyó Gros desde la ventana del corral"

"Penya Foradada"


"Vall de Gallinera"


sábado, 20 de febrero de 2010

Amarrado mi corazón a la puerta...

Mi corazón

Mi corazón está atado
al aldabón de la puerta;
paciente como una mula,
callado como una piedra

¿A quién espera?

A nadie.
Tan sólo sueña.

Los fríos no lo entumecen,
los vientos no lo cimbrean.
Está montado en sus años
y no le duelen las piernas.

¿De qué se nutre?

Del aire.
De la más pura inclemencia.
De los templados calores
de la inocencia.

Mi corazón es el sueño
de una verdad de las buenas:
la juventud sin dinero,
la cuna, la adolescencia,
el hombre con la palabra
y no tan sólo la lengua.

Por eso tengo amarrado
mi corazón a la puerta.
Aquí viví con los hombres
una verdad sin caretas.

Y... ¿qué hay más cierto que el sueño
de una verdad que es eterna?

Mariano Estrada
Del libro "Trozos de cazuela compartida"

http://paisajes.blogcindario.com/2010/02/00372-mi-corazon.html

Ver PPS de Mar:http://cid-1475022c52746880.skydrive.live.com/self.aspx/Mis%20PPS/Mar%5E_Micoraz%c3%b3n%5E_C.pps#resId/1475022C52746880!427

Mariano, me encanta este poema. Le he añadido dos humildes aldabas del pueblo morisco de Alcalá de la Jovada. Un abrazo.

No hay quien pueda





"Vodka y posidonia"

Amaneceres de febrero






viernes, 12 de febrero de 2010

Atardece

"Al fin del camino"
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"Estandarte desnudo de bandera de playa"

"Farola"

"Reflejo de sol"

Nessun dorma! Nessun dorma!
Tu pure, o Principessa,
Nella tua fredda stanza
Guardi le stelle
Che tremano d'amore e di speranza.
Ma il mio mistero è chiuso in me,
Il nome mio nessun saprà!, no, no
Sulla tua bocca lo dirò!...
Quando la luce splenderà,
Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
Che ti fa mia!...
Dilegua, o notte!... Tramontate, stelle! Tramontate, stelle!...
All'alba vincerò!
vincerò! vincerò!

"Nessun dorma" es un aria del acto final de la ópera Turandot de Giacomo Puccini (1858-1924). Ambientada en la China milenaria, la ópera narra la historia de la cruel princesa Turandot que, en venganza a una antepasada mancillada, decapita a sus pretendientes si no le responden tres adivinanzas. Un príncipe ignoto (Calaf) se postula respondiéndole los tres enigmas y desafiándola a que sea ella la que averigüe su nombre. Turandot comanda a que nadie duerma en Pekín hasta que se sepa el nombre del atrevido pretendiente.

martes, 9 de febrero de 2010

Efímeros almendros

Cada año que pasa dejan de florecer muchos almendros. El abandono, la falta de cuidados, el escaso rendimiento de su cultivo, la ausencia del amo que espera a sacar más y trabajar menos con otros frutos -los del ladrillo-, hace que vayan desapareciendo.
Cada vez están más lejos, en las lomas..., y esos también van muriendo. Para verlos cuidados, fértiles, preñados de flores, hay que ir a la montaña. Con sus frutos elaboran turrón, helado, madalenas, almendrados, almendras fritas (como las que hace mi amiga Mari y la mamá de Fernando)...
Hacía días que al llegar a casa veía los escasos árboles cercanos en flor. Esta tarde he podido salir pronto, la palidez tenue del ocaso ha dejado esta luz sobre los efímeros almendros.




Posdata: Fernando, avisa cuando esteis en plena floración. No me lo puedo perder!
Gracias a los que trabajan la tierra y cuidan de los campos de almendros, ellos y ellas nos dan la oportunidad de disfrutar la belleza de sus flores y de degustar ávidamente sus frutos (en cualquiera de sus variedades).
¡Bon profit!