jueves, 8 de diciembre de 2016

Una pizca de filosofía


¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.

Epicteto


Partiendo de la libertad como bien supremo, Epicteto distingue entre las cosas que dependen de nosotros y, por ello, son libres (juicio, intelecto, inclinación, deseo, aversión) de aquellas otras que no dependen de nosotros (cuerpo, salud, fortuna, riqueza, honores) y por ello son esclavas. Solamente las primeras tienen un relieve moral, en cuanto son útiles para la dignidad y la perfección del alma; las segundas se dividen en preferibles (por ejemplo, la salud) y no deseables (por ejemplo, la enfermedad), pero como no poseen relieve moral se mantienen como extrañas a nuestro ser íntimo y, en consecuencia, no encierran importancia.


El sabio, que sabe distinguir las dos categorías, es integralmente libre: nada ni nadie pueden privarle de lo que es suyo: "Ni el propio Júpiter puede forzarme a desear lo que no quiero ni a creer en lo que no creo". La libertad comienza con el dominio de sus propios impulsos irracionales (instintos, vicios, pasiones) y se extiende al de las ambiciones, decepciones, hechos sociales y políticos, el miedo a las enfermedades y a la muerte. Porque el sabio, si no puede quedar inmune de muchos acaecimientos reputados como males, tiene facultad, al menos, para regular las reacciones de su propio espíritu frente a aquellos acontecimientos: "Suprime la idea y suprimirás también el hecho".


martes, 6 de diciembre de 2016

Lluvia


Tras años de sequía en que la tierra sedienta se agrietaba y los árboles agonizaban...




¡Por fin ha llovido. Despacito, insistentemente, sin causar daño sino vida!





Brotes nuevos han nacido cargados de esperanza...


¡Incluso las flores han brotado para celebrarlo!


La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!


LLUVIA   -  Federico García Lorca


Yo, también lo quiero celebrar, degustaré un rico rico revuelto de espárragos recién cogidos y llenos de sabor a tierra mojada...
¿Gustáis?

jueves, 17 de noviembre de 2016

Amaneceres


“Cuando hagas algo noble y hermoso y nadie se dé cuenta, no estés triste. El amanecer es un espectáculo hermoso y sin embargo la mayor parte de la audiencia duerme todavía.”

John Lennon
















domingo, 13 de noviembre de 2016

Alegría


Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.

          Era la alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
(Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía.)

          Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.

          Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.

Alegría - José Hierro 











domingo, 6 de noviembre de 2016

Colores de otoño


Ha llovido y los arbustos otoñales se han vestido de color.
 La más llamativa, la Salsola Genistoides.







Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno nos escombre
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran

ahora que calienta el corazón
aunque sea de a ratos y de a poco
pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda

aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha

Mario Benedetti, “Otoño”, Insomnio y duermevelas.



Tímidamente el brezo se llena de flores.


Otros muestran sus frutos de otoño para alimento de los pájaros.


Aún hace calorcito y los insectos toman los últimos rayos de sol.


Colirrojos, petirrojos  y otras pequeñas aves gozan de la vida y el color que han dado las escasas gotas de agua que se nos ha regalado...



¡Feliz otoño a todos!