viernes, 25 de febrero de 2011

Avui, 07:47



MESTER D’AMOR
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Si en saps el pler no estalviïs el bes
que el goig d’amar no comporta mesura.
Deixa’t besar, i tu besa després
que és sempre als llavis que l’amor perdura.
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No besis, no, com l’esclau i el creient,
mes com vianant a la font regalada;
deixa’t besar -sacrifici fervent-
com més roent més fidel la besada.
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¿Què hauries fet si mories abans
sense altre fruit que l’oreig en ta galta?
Deixa’t besar, i en el pit, a les mans,
amant o amada -la copa ben alta.
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Quan besis, beu, curi el veire el temor:
besa en el coll, la més bella contrada.
Deixa’t besar i si et quedava enyor
besa de nou, que la vida és comptada.
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Joan Salvat Papasseit
la gesta dels estels 1922


Bon cap de setmana!

martes, 22 de febrero de 2011

Eolo y las nubes

"...Señor de los Vientos, Zeus le había dado el poder de controlarlos. Eolo los tenía encadenados en un antro profundo, donde los gobernaba con un dominio absoluto, apresándolos o liberándolos a su antojo, ya que todos los vientos liberados podrían provocar graves desastres en el cielo, la tierra y las aguas. Eolo era responsable del control de las tempestades, y los dioses, le pedían en algunos casos su ayuda ... También trató de ayudar a Odiseo que lo visitó al retornar a Ítaca. Eolo lo trató muy bien, y le dio un viento favorable, además de una bolsa que contenía todos los vientos y que debía ser utilizada con cuidado. Sin embargo, la tripulación de Odiseo creyó que la bolsa contenía oro y la abrió, provocando graves tempestades. . ."
(Y seguro que unos cielos y un mar maravillosamente impresionantes...)

Es lo que trae el viento...
¡Cielos coloreados!

Azules y rosas...
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¿Nube o medusa?
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...atardeceres de fuego sobre monte o mar...
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...De repente la luz...
Una grieta en el cielo gris deja
caer sobre una tarde ya casi oscurecida
los últimos rayos del día...

lunes, 7 de febrero de 2011

Flor de almendro

El almendro es el símbolo por excelencia de la llegada de la primavera. Tan pronto cede el frío del invierno este árbol se convierte en grandes ramilletes de flores que van del blanco al rosado y que ofrecen un paisaje de ensueño.
 
Este árbol, proveniente de Asia, ha viajado por todo el planeta y nos sorprende porque antes de salir las hojas nos ofrece el regalo de sus bellas flores.

Este hermoso regalo lo explica una historia de amor de la mitología griega.
Según esta historia, Fílide, princesa de Tracia, se enamoró de un joven combatiente de la guerra de Troya llamado Acamante. Ella iba todos los días a la costa esperando encontrar el barco de su amado. Pero el barco no llegaba y la princesa murió de tristeza.


Entonces la diosa Atenea convirtió su cuerpo en un almendro. Al día siguiente, cuando llegó el jóven Acamante, sólo pudo acariciar la corteza del árbol.

El amor de la princesa Fílide, que ya era un almendro, respondió a Acamante floreciendo de repente, sin echar hojas.