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martes, 28 de agosto de 2018

Villardeciervos y el contrabando


La Sierra de la Culebra que se extiende desde cerca de Puebla de Sanabria hasta el río Esla, acoge, a sus pies, a Villardeciervos, una localidad zamorana de menos de 500 habitantes. Declarado conjunto histórico-artístico, este pueblo constituye un bello ejemplo de la arquitectura rural de La Carballeda. Sus ricas construcciones  son de piedra de sillería en su mayoría, con cerramientos en maderas nobles y tejados en la anaranjada teja tradicional. 




Villardeciervos fue importante centro distribuidor de toda clase de materiales y alimentos procedentes de Portugal. Ello generó a lo largo del pasado siglo y principios de éste, una economía boyante a la que, por el contrario, fueron ajenos otros municipios de la zona.



Lo que realmente define el desarrollo de Villardeciervos fue su contrabando desde 1850. Lugar de fronteras, adquiere riquezas comerciando con tabaco que bajaba de Santander, ropa de algodón, sal... El contrabando fue fuente de grandes fortunas.


"En Villardeciervos, algunas familias tenían dinero y eso les otorgaba poder en plaza y poder político y económico, no solo en Villardeciervos, sino también en Madrid. Hablamos del Clan de los Cervatos como estos grupos familiares que vivieron y sacaron sus ganancias del contrabando, que tenían la mejor red de distribución que haya existido en toda España. Ese clan sacaba provecho para ellos pero también para el pueblo. Se dedicaron a construir casas, que eran verdaderas fortalezas por fuera y por dentro. De entre todos los personajes cervatos, destaca Rafael Romero, un mecenas extraordinario. De su altruismo con el pueblo surgieron las escuelas con sus muebles y biblioteca, el salón de baile, la fuente de la Plaza, el altar de Santo Antonio, el reloj de la torre, además de dotar de alcantarillado al pueblo."


Hasta los años cuarenta del siglo pasado, cualquier infección de origen bacteriano podía acabar con una persona. Una simple herida podía complicarse y matar en unos días.

La penicilina era más valiosa que el oro y, por ello, era objeto de deseo y de contrabando.  1.250 dólares de la época por cada ampolla (1944). Era conseguida  de estraperlo o contrabando. La medicina  procedía de EEUU y Gran Bretaña y entraba por Portugal, Gibraltar... , a Galicia, Zamora... Una de estas localidades fue Villardeciervos.


En la película británica de 1949 "El tercer hombre", ocupa un puesto importante el contrabando de penicicilina en la Europa de posguerra. Esas escenas oscuras en un ambiente opresivo no distaban mucho de lo que se vivía en España.



Otra película, "Mercado prohibido", trata el tema del contrabando y venta abusiva de antibióticos. El jefe de una banda de traficantes se ve obligado a implorar entre todos aquellos que engañó y traicionó muchas veces, unos gramos de la droga que salvará a su hijo. Un empresario supuestamente modélico, en realidad se dedica al contrabando de penicilina, para lo cual emplea su almacén frigorífico en el que conservar el producto, el mismo espacio en que se almacenaba el pescado, negocio que esta organización criminal utilizaba como tapadera... 


Y como siempre, donde hubo, algo queda... Es un bonito pueblo por el que merece la pena pasear y disfrutar con sus magníficas construcciones de piedra y sus espléndidos espacios naturales.


martes, 18 de agosto de 2015

Libre


Libre
como el sol cuando amanece
yo soy libre
como el mar...




Libre
como el ave que escapó de su prisión
y puede al fin volar...




Libre
como el viento que recoge mi lamento y mi pesar
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al fin
la Libertad.



   Nino Bravo,  José Luis Armenteros  y  Pablo Herreros  1972




Esta genial canción podría estar inspirada en la historia de Peter Fechter, el primer alemán que murió intentando cruzar el muro de Berlín.
Más información.

Buena versión también la que hace de este tema  El chaval de la Peca

domingo, 14 de diciembre de 2014

Naturaleza










Niño Tom:
Si vas al campo,
no subas por los almendros.
Ni cojas nidos,
ni caces pájaros,
ni mates insectos negros.

 ¡Ay, esa flor, esa flor
que ahora muere entre tus dedos,
sus novecientas hermanas
la están echado de menos!

 Si vas al campo,
sé bueno.
¡Échate en la hierba,
canta,
estate quieto!
No deshagas las casas
de los insectos

 Niño Tom:
Si vas al campo
Sé hombre,
niño pequeño.

Gloria Fuertes


viernes, 14 de noviembre de 2014

Sebastiao Salgado


Como cada mañana he salido a ver la salida del sol. Hoy los cielos estaban espectaculares...


Volví a estremecerme, los vellos se me erizaron y unas lágrimas volvierosn a asomar...
Con mi pequeña y ridícula cámara en la mano, recordé la emoción que me reportó ver anoche
 "La sal de la Tierra"
con
Sebastiao Salgado

"Somos un animal muy feroz.
Somos un animal terrible, nosotros, los humanos.
Nuestra historia es una historia de guerras,
es una historia sin fin,
una historia de locos."


La sal de la tierra es una carta de amor de un padre a un hijo, pero sobre todo, es un documento inspirador sobre un testigo del lado más oscuro del ser humano en los conflictos de Congo, Angola, Yugoslavia o, especialmente, Ruanda. Asomarse a ese horror le hizo perder toda esperanza en el ser humano.
Paradójicamente, Salgado recuperó la fe en la humanidad alejándose de ella. Tras tocar fondo en Ruanda, en el siglo XXI tomó distancia para contemplar la naturaleza en su conjunto. Impulsó el Instituto Terra, en el que repobló la selva amazónica perdida de su hacienda familiar con dos millones y medio de árboles.
Su amor hacia la tierra tuvo su eco artístico en el proyecto fotográfico Génesis: fotografías aéreas, paisajes, animales y personas alejadas del mundo moderno.



Otra película de Sebastiao Salgado, del año 2000, TheSpectre of  hope (en inglés)



Me gusta la fotografía de Sebastiao Salgado desde  hace muchos años y sabía que fotografiando la naturaleza también sería excepcional. Génesis, editado en 2013 ha sido la culminación feliz, el reencuentro con la naturaleza y la paz, que Tiao merecía.
Os dejo esta excepcional entrevista con Salgado sobre la publicación de Génesis.

sábado, 1 de noviembre de 2014

El día de Difuntos de 1836


(...)   
Dirigíanse las gentes por las calles en gran número y larga procesión, serpenteando de unas en otras como largas culebras de infinitos colores: ¡al cementerio, al cementerio! ¡Y para eso salían de las puertas de Madrid!

Vamos claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio? ¿Fuera o dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o de un deseo.  (...)


–¡Necios! –decía a los transeúntes–.  ¿Os movéis para ver muertos?  ¿No tenéis espejos por ventura?   (... )   ¡Miraos,  insensatos,  a vosotros mismos,  y en vuestra frente veréis vuestro propio epitafio!  ¿Vais a ver a vuestros padres y a vuestros abuelos,  cuando vosotros sois los muertos?  Ellos viven,  porque ellos tienen paz;  ellos tienen libertad,  la única posible sobre la tierra,  la que da la muerte;  ellos no pagan contribuciones que no tienen;  ellos no serán alistados ni movilizados;  ellos no son presos ni denunciados;  ellos,  en fin,  no gimen bajo la jurisdicción del celador del cuartel;  ellos son los únicos que gozan de la libertad de imprenta,   porque ellos hablan al mundo.  Hablan en voz bien alta y que ningún jurado se atrevería a encausar y a condenar.  Ellos, en fin,  no reconocen más que una ley,  la imperiosa ley de la Naturaleza que allí les puso,  y ésa la obedecen.  (...)


¿Y este mausoleo a la izquierda?  «La armería.»  Leamos:
«Aquí yace el valor castellano,  con todos sus pertrechos».
Los Ministerios:  «Aquí yace media España;  murió de la otra media».   (...)
Más allá: ¡Santo Dios!, «Aquí yace la Inquisición, hija de la fe y del fanatismo: murió de vejez». Con todo, anduve buscando alguna nota de resurrección: o todavía no la habían puesto, o no se debía de poner nunca.   (...)
¿Qué es esto? ¡La cárcel!  «Aquí reposa la libertad del pensamiento.»  ¡Dios mío,  en España, en el país ya educado para instituciones libres!  Con todo,  me acordé de aquel célebre epitafio y añadí involuntariamente:
Aquí el pensamiento reposa,                  
en su vida hizo otra cosa.


Puerta del Sol.  La Puerta del Sol:  ésta no es sepulcro sino de mentiras.
La Bolsa.  «Aquí yace el crédito español».  Semejante a las pirámides de Egipto,  me pregunté,  ¿es posible que se haya erigido este edificio sólo para enterrar en él una cosa tan pequeña?
La Imprenta Nacional.  Al revés que la Puerta del Sol,  éste es el sepulcro de la verdad.  Única tumba de nuestro país donde a uso de Francia vienen los concurrentes a echar flores.
La Victoria.  Ésa yace para nosotros en toda España.  Allí no había epitafio,  no había monumento.  Un pequeño letrero que el más ciego podía leer decía sólo:  «¡Este terreno le ha comprado a perpetuidad,  para su sepultura,  la junta de enajenación de conventos!»

¡Mis carnes se estremecieron!  ¡Lo que va de ayer a hoy!  ¿Irá otro tanto de hoy a mañana?


Los teatros.  «Aquí reposan los ingenios españoles.»  Ni una flor,  ni un recuerdo,  ni una inscripción.
«El Salón de Cortes».  Fue casa del Espíritu Santo;  pero ya el Espíritu Santo no baja al mundo en lenguas de fuego.
Aquí yace el Estatuto,                 
vivió y murió en un minuto.   (...)


Pero ya anochecía, y también era hora de retiro para mí.  Tendí una última ojeada sobre el vasto cementerio.  Olía a muerte próxima.  Los perros ladraban con aquel aullido prolongado,  intérprete de su instinto agorero;  el gran coloso,  la inmensa capital,  toda ella se removía como un moribundo que tantea la ropa;  entonces no vi más que un gran sepulcro:  una inmensa lápida se disponía a cubrirle como una ancha tumba.

No había «aquí yace» todavía; el escultor no quería mentir; pero los nombres del difunto saltaban a la vista ya distintamente delineados.


«¡Fuera –exclamé– la horrible pesadilla, fuera! ¡Libertad! ¡Constitución! ¡Tres veces! ¡Opinión nacional! ¡Emigración! ¡Vergüenza! ¡Discordia!» Todas estas palabras parecían repetirme a un tiempo los últimos ecos del clamor general de las campanas del día de Difuntos de 1836.


Una nube sombría lo envolvió todo.  Era la noche.  El frío de la noche helaba mis venas. Quise salir violentamente del horrible cementerio.  Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida,  de ilusiones,  de deseos.
¡Santo cielo!  También otro cementerio.  Mi corazón no es más que otro sepulcro.  ¿Qué dice?  Leamos.  ¿Quién ha muerto en él?  ¡Espantoso letrero! « ¡Aquí yace la esperanza!»
¡Silencio,  silencio!

El Español,  n.º 368,  2 de noviembre de 1836.


Mariano José de Larra
El día de difuntos de 1836
Fígaro en el cementerio


Texto completo
(Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)

miércoles, 1 de octubre de 2014

Yo, señor, no soy malo...


Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. 


Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores,  y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas.


Aquellos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente;  estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas para defenderse.  


Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya.


Camilo José Cela, "La familia de Pascual Duarte"

domingo, 3 de agosto de 2014

El Valor del Agua


Maravillosa terapia..., un baño en el río Guadalest, en Beniardà, al pie de los pozos subterráneos de donde extraen agua virgen, en las profundidades de la Serrella, la Xortà..., deliciosamente fría.


Mi canto también
es canto de agua.
En mi primavera,
la nube gris baja
hasta los rosales
de mis esperanzas.

¡Pájaro del agua!

Juan Ramón Jiménez


Es justo lo que necesitaba mi alma para apagar los calores de esta terrible sequía... Verde a mi alrededor, cantos de pájaro entre las adelfas y las cañas, agua que canta y ríe...



Toda esta maravilla llega al embalse de Guadalest, hasta hace poco rebosante de agua...
Esta es la imagen que luce ahora... y sigue sin llover, y queda mucho verano y mucho turista...


"En el verano de 1978, Benidorm sufríó la sequía más grave de su historia. La complicada situación obligó a buscar un recurso que abasteciera a la población. La solución llegó de manos de la Corporación de Beniardà quien acordó el 28 de agosto de 1978 permitir prospecciones en su término municipal en busca de recursos hídricos necesarios para el municipio de Benidorm, lo que hizo que se pudiera mantener como destino turístico...
El alcalde fue el encargado de cerrar el acto subrayando la “solidaridad comarcal” puesta de manifiesto en un tema como es el agua que en muchas ocasiones genera conflictos en vez de la unidad. “Hoy es un día de reconocimiento a aquellos que salvaguardaron a Benidorm como destino turístico, ya que gracias a su trabajo y a su solidaridad, desde entonces el suministro de agua está garantizado en nuestra ciudad”.

Sábado, 22 de marzo de 2014
La solidaridad de Beniardà con Benidorm en su grave sequía del 78 reciben el premio en el Día Mundial del Agua   (Titulares Diari de la Marina Alta i Baixa)

Este vídeo se lo pongo yo a los peques el "Día del Agua", y de paso que escuchan a Queen aprenden algo sobre el ciclo del agua.
¡Un abrazo para la España húmeda!
(Moltes gràcies Fernando!)