Toda la noche, hasta el amanecer,
permanecieron confusos mis pensamientos;
algo me sonaba en los oídos
como una melodía de arpas y laúdes.
Mao Tse-Tung
¿Difícil camino! ¿Difícil camino!
¿De tantos vástagos, con cuál quedarse?
En el gran viento, entre las olas revueltas,
cuando será el momento,
izaré mi vela hacia las nubes,
pasaré al vasto mar.
Confucio
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