A los celos
.
¡Oh niebla del estado más sereno,
Furia infernal, serpiente mal nacida!
¡Oh ponzoñosa víbora escondida
De verde prado en oloroso seno!
.
¡Oh entre el néctar de Amor mortal veneno,
Que en vaso de cristal quitas la vida!
¡Oh espada sobre mí de un pelo asida,
De la amorosa espuela duro freno!
.
¡Oh celo, del favor verdugo eterno!,
Vuélvete al lugar triste donde estabas,
O al reino (si allá cabes) del espanto;
.
Mas no cabrás allá, que pues ha tanto
Que comes de ti mesmo y no te acabas,
Mayor debes de ser que el mismo infierno.
.
Luis de Góngora
4 comentarios:
Lo dice Gongora bien claro: "Que comes de ti mesmo y no te acabas"
Equipajes como estos, mejor lejos.
Un abrazo, Transi
¿De dónde has rescatado a Góngora? Duro es cuando se meten dentro y se hacen incontralables. Los clásicos con su sabiduría nos ilustran mejor que largos artículos o libros. Muy bueno los dos vídeos, aunque no sea seguidor de los Cunguitos pero sí de José Feliciano.
Cuando leí el poema pensé, qué bien los define el condenao!
Yo por suerte nunca he padecido de ellos, pero sí que alguna vez los he visto de cerca en otros...Y vaya tela! En fin, como tú dices, apartémonos, que no traen na güeno.
Un abrazo Xibeliuss.
Valverde de Lucerna, como tú dices ya los clásicos han definido perfectamente los sentimientos y las pasiones humanas, y éste es tan terrible para el/la que los siente, como para el/la que los padece...
A los "Chunguitos" los he dejao entrar porque me transportan a mi edad discotequil..., en que la pista era toda para mí y no había canción que se me resistiera... Hasta esto bailaba! (Para el que no lo sepa, fue un gran éxito de discoteca en 1977, el primer disco del grupo y producido por el Dúo Dinámico)
Un abrazo.
Publicar un comentario