quiso ser alba…
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Desde que el alba quiso ser alba, toda eres
madre. Quiso la luna profundamente llena.
En tu dolor lunar he visto dos mujeres,
y un removido abismo bajo una luz serena.
¡Qué olor a madreselva desgarrada y hendida!
¡Qué exaltación de labios y honduras generosas!
Bajo las huecas ropas aleteó la vida,
y sintieron vivas bruscamente las cosas.
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Eres más clara. Eres más tierna. Eres más suave.
Ardes y te consumes con más recogimiento.
El nuevo amor te inspira la levedad del ave
y ocupa los caminos pausados de tu aliento.
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Ríe, porque eres madre con luna. Así lo expresa
tu palidez rendida de recorrer lo rojo;
y ese cerezo exhausto que en tu corazón pesa,
y el ascua repentina que te agiganta el ojo.
Ríe, que todo ríe: que todo es madre leve.
Profundidad del mundo sobre el que te has quedado
sumiéndote y ahondándote mientras la luna mueve,
igual que tú, su hermosa cabeza hacia otro lado.
Nunca tan parecida tu frente al primer cielo.
Todo lo abres, todo lo alegras, madre, aurora.
Vienen rodando el hijo y el sol. Arcos de anhelo
te impulsan. Eres madre. Sonríe. Ríe. Llora.
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Miguel Hernández
Desde que el alba quiso ser alba
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2 comentarios:
Y tan natural, muchas veces ya no sabemos apreciar lo que nos rodea, que es natural, pero tenemos la suficiente paciencia a detenernos y ver incluso como va cambiando al ritmo del amanecer y puesta de sol...y si no teníamos bastante colorido, los afortunados de la costa tienen como aliado al mar con sus reflejos y distorsiones, positivas, de la luz. Enhorabuena por saber apreciarlo y difundirlo.
Gracias mil Anónimo, como hace meses que no tenemos estos amaneceres, he echado mano del archivo...
Ahora la luz es tan fuerte ya en la fuente!
Un abrazote
(Et recordaré en el testament i et deixaré les "alborades", per a omplir la vall de la llum i la brisa de la mar...)
Un bes.
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