No hay otra ave más aérea que ésta. Los inmaduros pueden pasar tres años volando antes de regresar para la cría: como las aves marinas, sólo se posan en tierra para criar. Aparecen en Europa a finales de primavera y se van a África a principios de otoño. Los bandos vuelan muy alto o a nivel de los tejados; pocas veces se les ve perchados en cables o en paredes o tejados, como hacen aviones y golondrinas. Sus alas en forma de guadaña y sus reclamos ruidosos facilitan la identificación, pero el Vencejo pálido (Apus pallidus) complica el tema en el sur de Europa. Este último es bastante más claro y de color más pardo arcilla cuando puede ser visto de cerca; sus alas son también más anchas, la cola más corta y la cabeza más ancha. Ambos son totalmente aéreos, capturan insectos voladores (mosquitos, moscas, pequeños escarabajos, polillas...) y arañas.
Pocas aves hay más especializadas que los vencejos. El pico es pequeño, pero tienen la boca grande y ancha, para poder cazar insectos al vuelo. Sus cuerpos cónicos y sus alas largas, rígidas, en forma de guadaña, son ideales desde el punto de vista aerodinámico para un vuelo prolongado. Pueden volar a gran velocidad en exhibición, pero por lo general se alimentan a un ritmo mucho más pausado, planeando muy bien y girando con destreza para capturar presas pequeñas.
Tienen los pies diminutos, con los cuatro dedos rígidos hacia delante, lo suficiente para adherirse a una superficie áspera, pero permitiéndoles perchar en un cable o rama; de hecho, es practicamente imposible verlos quietos, pues entran volando en las cavidades en las que nidifican. Si cae al suelo experimenta gran dificultad en remontar el vuelo. Para que el animal pueda remontar el vuelo se le puede coger y soltarlo desde un sitio elevado. (Una vez encontré uno en tierra y me costó mucho soltarlo de tan fuerte que se agarró a mi mano; me llevé unos cuantos arañazos, pero lanzándolo hacia arriba salió volando.)
Cada vez dependen más de los edificios para nidificar. No obstante, los edificios modernos no son de utilidad para los vencejos, que se concentran en los antiguos y en estructuras como las torres de las iglesias. (O bien como es el caso de las fotografías, dejando las tejas sin cerrar)
Todos son sociables y suelen volar en grupos rápidos, muy compactos durante la época de cría.
Esta mañana, tras un buen rato con la cámara dispuesta y aguantando casi hasta el dolor de los brazos y la vista, he conseguido estas instantáneas (y otras 15 ó 20 en las que nada salió salvo azul o teja), que no están nada mal dada la dificultad de retratar a estas aves que siempre están vuelo y apenas se detienen un instante para cebar a las crías.
6 comentarios:
Buenas fotos, enhorabuena.
Podrían ser mejores si el ave se parara algo más de un segundo...
Gracias por valorar el esfuerzo y encantada de verte por aquí.
¿Por fin teneis calorcito allá en Zamora? (De vez en cuando veo algún diario zamorano y he visto que poco ha lucido el sol, y que por agua no será)
Un abrazo.
¡No es facil, no!
Enhorabuena, gran trabajo.
Por cierto: algo de calorcito sí tenemos, pero sin excesos :)
Gracias Xibeliuss, aquí son casi las doce de la noche y hay 29 grados, menos mal que una ligera brisa marina nos permite respirar. Lo digo y lo repito, en verano hay que irse para Sanabria.
Un abrazo.
Infinita paciencia la tuya, estos pájaros no son de "posar", van a lo suyo que es alimentar a la prole...cómo saben aprovechar los "nidos artificiales" del "nuevo y artificial" entorno.
Gracias Choper, además cada vez se lo hacemos más difícil con las nuevas construcciones. Me extrañó mucho verlos en el tejado de una casa de nueva edificación, además viven en ella y los protegen, otros los eliminan porque dicen que "ensucian".
Gracias por tu aportación, siempre y ya lo sabes, añades algo que enriquece este rincón.
Saludotes mil.
Publicar un comentario