miércoles, 5 de octubre de 2011

Gatos



"Pocos días antes de abandonar el canasto su madre le había maullado muy seriamente:

-Eres ágil y despierto, eso está muy bien, pero debes cuidar tus movimientos y no salir del canasto. Mañana o pasado vendrán los humanos y decidirán sobre tu destino y el de tus hermanos. Con seguridad les llamarán con nombres simpáticos y tendrán la comida asegurada. Es una gran suerte que hayan nacido en un puerto, pues en los puertos quieren y protegen a los gatos. Lo único que los humanos esperan de nosotros es que mantengamos alejadas a las ratas. Sí, hijo. ser un gato de puerto es una gran suerte, pero tú debes tener cuidado porque en ti hay algo que puede hacerte desdichado. Hijo, si miras a tus hermanos verás que todos son grises y tienen la piel rayada como los tigres. Tú, en cambio, has nacido totalmente negro, salvo ese pequeño mechón blanco que luces bajo la barbilla. Hay humanos que creen que los gatos negros traen mala suerte, por eso, hijo, no salgas del canasto.

Pero Zorbas, que por entonces era como una pequeña bola de carbón, abandonó el canasto. Quería probar una de esas cabezas de pescado. Y también quería ver un poco de mundo..."

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar
(Una novela para jóvenes de 8 a 88 años)
Luís Sepúlveda, 1996









6 comentarios:

Trecce dijo...

Así son preciosos, pero ahora mismo tengo un problema con los dueños (unos impresentables) de un lindo gatito que me está haciendo la cusca en mi propia casa y destrozándome las flores.
Qué daño hace alguna gente a que los animales sean tratados con más cariño, suerte tiene el pobre de haber dado conmigo que sé de quién es la culpa, de dar con otro, lisa y llanamente ya le habría dado pasaporte.

Segundo Sánchez dijo...

Me has enternecido, soy un apasionado de los gatos y aunque ahora no tenga, los tuve cuando vivíamos en el pueblo y en muchas ocasiones añoramos no tenerlos, pero un piso no es el lugar más adecuado, así que habrá que esperar.
Me has dado en el clavo con esta entrada.
Yn abrazo muy fuerte.

Xibe dijo...

Preciosa entrada, más para quien como yo siempre fue más de gatos...
No estaban locos los egipcios, no :)
Abrazos, Transi

Transi Robles dijo...

Hola Trecce!
Siento mucho que te haya tocado de vecino un gato destrozón... de plantas... Ya sabes que son muy limpios y que entierran sus caquitas (es más fácil en tierra removida y bien cuidada...), además, les encanta tumbarse en algo blando (listos ellos) y a veces cogen una buena maceta para dormir plácidamente...
Pero es mayor el beneficio que de ellos obtenemos; nos mantienen alejadas a ratas, serpientes y demás "alimañas"... de nuestros alrededores.
¿Y qué me dices de ese aire de libertad y vida salvaje que nos muestran? A mí me gusta verlos..., aunque me levante por la mañana y tenga a los pies de la cama un lindo ratoncito que el gato ha traído a casa para desayunar...
Un abrazo y como siempre, encantada de verte por aquí!
Un abrazo.

Transi Robles dijo...

Hola Valverde de Lucerna!
Cómo me gusta haber dado en el clavo y que te guste tanto... Tenemos en común ese gusto por su compañía, y es verdad que para un gato es fundamental poder tomar el sol, vigilar su territorio, salir y cazar..., y al menos necesitan un patio o una planta baja desde la que poder tener acceso al exterior.
(Aunque en ocasiones se vayan para siempre y no retornen más...)
Mil gracias y un abrazo.

Transi Robles dijo...

Hola Xibeliuss!
Lo primero un puñao de gracias.
¿Sabes que en la Edad Media la peste (cuyas transmisoras son las ratas...)se extendió más por la desaparición de los gatos a los que quemaban y mataban porque eran "compañía de brujas y contenedores del demonio"?
Los graneros egipcios sin embargo estaban llenos y limpios, y ellos a cambio los elevaron a dioses y hasta los momificaban... Como tú dices, listos ellos.
Un abrazote.