martes, 17 de noviembre de 2009

Un mar de por medio, M.Estrada


UN MAR DE POR MEDIO

No hay razón para que el aire
me despoje de tu cálido recuerdo,
porque el tiempo es largo, grande la distancia.

No hay razón, no hay nube
que desplace mi memoria de su amante sitio.
No, no hay llama de volcán que me confunda en
su destello fatuo,
ni estela que malguíe
la dirección de mis ojos.

Pero atiende:
Si acaso es necesaria una paloma mensajera
para que calme tu pecho,
sal al patio breve, donde da el amor y la luna.
Mira el Can Mayor, la luz antigua de Adara,
el rayo que alentó nuestra primera caricia.
Allí puedes poner el corazón
y apaciguar sus temblores.

Pero atiende más, escucha,
has llegado a la estrella que nos bendijo.
Una sola línea nos separa, vertical, precisa.
Por ella puedes bajar
a mi sediento abrazo.

Bien sé que los espacios son medidos en constelaciones,
que no es fácil penetrar los laberintos siderales
y, más precisamente,
sé que hay un mar de por medio…

¡Eh! No importa, amor, no importa.
Te puedo asegurar que es agua enamorada.

Mariano Estrada
Del libro "Azumbres de la noche"

4 comentarios:

Mariano Estrada dijo...

Aunque tú no me hayas dicho que has publicado este poema, yo lo he adivinado. Y aquí estoy, decidido a no dejarte el comentario que crees estar leyendo. Esa es la magia del mar, ese es el encanto de la lírica.
Cuando se juntan ambos, creemos estar en el cielo, pero en realidad estamos soñando. Cuando te despiertes verás que este comentario no tiene otra realidad que la del sueño.
Fue hermoso verte dormida
Un abrazo

Transi Robles dijo...

Qué bonito! Gracias Mariano, me siento superhipermegaultracompensada con este precioso comentario que me has regalado, es todo un poema.
Un abrazo.

Xibeliuss dijo...

Preciosa foto también: si hay que elegir me quedo con la composición en horizontal. Queda perfecta.
Saludos.

Transi Robles dijo...

Estoy de acuerdo Xibeliuss en tu elección de la fotografía, queda mejor en horizontal. En lo de perfecta no tanto, de verdad, sin trípode y con mucho zoom, apoyada en una roca, en automático... Seguro que tú la bordabas!
Siempre me digo que me salva la naturaleza y el estar ahí a esas tempranas horas para deleitarme con estos paisajes... De todas formas, muchísimas gracias, un abrazo.