... De vez en cuando, un beso; de vez en cuando, prolongar la noche y ver cómo rosean despacio los levantes de la aurora; de vez en cuando, perder ligeramente la cabeza y fingir que se pierde mucho más. Pero que de ahí no pase. No turbulencias, no invasiones de atilas, no séptimos cielos desde los que la costalada es apoplética, no infinitas promesas. Siento pereza de acometer lo insólito; no tanto por insólito, sino precisamente porque no lo sea: porque acabe, lo mismo que lo sólito, en un humo de pajas. No es que me de miedo entreabrir los ojos por vez primera en un paisaje nuevo, ante unos ojos nuevos; ni acariciar un cuerpo insospechado y súbito.; ni emprender una ruta recién amanecida. No es eso; lo que me da miedo es que ni el paisaje, ni los ojos, ni el cuerpo ni la ruta sean lo suficientemente originales...
...Con los largos amigos con que cuento me sentaré ante el fuego. Ellos no van a sorprenderme ni a exaltarme, no me van a desolar ni a enardecer. Hablaremos de nuestras cosas con sosiego en esta nochevieja que no se transformará de pronto en nochenueva: proyectos iniciados, trabajos por concluir, balance y balanceo, de caño al coro como de costumbre...
... En esta nochevieja estrecharé las manos de mi gente; acariciaré el cuello de mis perros, el lomo de mis libros habituales. Ellos -amigos, libros, perros- son los releídos, los que tanto me hablaron con sus voces pacíficas, los que no se apartaron de mi lado cuando estaba más solo, cuando nadie más que los desprovistos me asistía, cuando esperaban todos de mí lo que no tuve nunca, cuando se evaporó el amor como un bello rocío de la mitad de la mañana de oro, y se nublaba el sol y anochecía. Ellos han sido mi único soporte y mi única certeza; el único activo real de mi balance. Lo otro son distracciones, socaliñas, gente de paso inquieta e impaciente, vanos bestseller que se arrumban, perros ajenos a los que se da el pan que va a perderse. Para ellos y para mí no hay años nuevos: siempre es el mismo año, la misma vida luminosa y fructífera, la misma soledad sonora que se sabe escuchar y se comparte. ¿Qué sentido podría tener, entre nosotros, felicitar un año cada año, si nos estamos viendo, oyendo, adivinando, queriendo cada día?"
Antonio Gala
6 comentarios:
Te deseo lo mejor para cada uno de los 366 días que empiezan.
Bien elegido el texto para tan bellas fotografías.
Un abrazo, feliz año y mucha salud,Transi.
Gracias mil Trecce!!!
También yo para ti deseo otra buena ración de cosas buenas.
Un abrazote!
Gracias Tejón!, y que sigamos viviendo cosas interesantes y queramos compartirlas con los demás.
Salut i força!
para empezar con buena letra y buena fotografía...http://suenacomoseescribe.blogspot.com/2012/01/la-voz.html
que gusto da sentirte cerca...besos de un mismosuperviviente...es un lujo ver tu trabajo...que el 2012 te abrace y te llene de amor...
Qué rebonico eres Luis!
(Voy corriendo a ver tu trabajo...)
Un besote.
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