lunes, 24 de enero de 2011

El amor es un rayo de luna

"Habían pasado algunos años. Manrique, sentado en un sitial junto a la alta chimenea gótica de su castillo, inmóvil casi y con una mirada vaga e inquieta como la de un idiota, apenas prestaba atención ni a las caricias de su madre, ni a los consuelos de sus servidores.

-Tú eres joven, tú eres hermoso -le decía aquélla;- ¿por qué te consumes en la soledad? ¿Por qué no buscas una mujer a quien ames, y que amándote pueda hacerte feliz?

-¡El amor!... El amor es un rayo de luna -murmuraba el joven.

-¿Por qué no despertáis de ese letargo? -le decía uno de sus escuderos;- os vestís de hierro de pies a cabeza, mandáis desplegar al aire vuestro pendón de ricohombre, y marchamos a la guerra: en la guerra se encuentra la gloria.

-¡La gloria!... La gloria es un rayo de luna.

-¿Queréis que os diga una cantiga, la última que ha compuesto mosén Arnaldo, el trovador provenzal?

-¡No! ¡No! -exclamó el joven incorporándose colérico en su sitial-; no quiero nada... es decir, sí quiero... quiero que me dejéis solo... Cantigas... mujeres... glorias... felicidad... mentiras todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos, ¿para qué?, ¿para qué?, para encontrar un rayo de luna.

Manrique estaba loco: por lo menos, todo el mundo lo creía así. A mí, por el contrario, se me figuraba que lo que había hecho era recuperar el juicio."
.
Extracto de "El rayo de luna" de Gustavo Adolfo Bécquer.


6 comentarios:

Trecce dijo...

Vaya, Transi, según leía tu entrada, pensaba: Me recuerda al Rayo de Luna de Becquer. Claro, ¡cómo no iba a recordármelo!
Las fotos, como siempre, ex-pec-ta-cu-la-res.

Segundo Sánchez dijo...

Leyenda de Bécquer "el rayo de luna", ciertamente se enemoró de un rayo de luna y eso para él era lo real, lo demás eran zarandajas, cuando entra en amor todo lo demás es superfluo.
Me ha encantado, en especial por que hace pocos días he leído algunas leyendas de Bécquer por mi trabajo y por encima de todas escojo "el monte de las ánimas", me sobrecoge.
Muy buena entrada.
Un abrazo.

Transi Robles dijo...

Hola Trecce, hacía tiempo que no leía a Bécquer y es curioso lo diferente que resulta leerlo en la adolescencia o en la madurez...
Gracias mil por tus comentarios amables de mis fotos, eso me anima a seguir mostrándolas (a veces me da vergüenza, veo tantas maravilas por ahí...)
Un abrazote.

Transi Robles dijo...

Valverde de Lucerna, cómo me gustaría escuchar lo que podrías tú decir de Bécquer a tus chicos... Seguro que se deleitan escuchándote y animándoles a leer!
(Pienso que en la adolescencia las lecturas "románticas" les enganchan...)
Un abrazo querido maestro y colega.

marazulmalaga dijo...

Hola mi querida amiga...
decirte que Bécquer es protagonista de algunos post en el mar azul... que como buen romantico, siempre tiene cabida en nuestro mar...

...preciosas tomas las que nos regalas...

un beso muy muy grande desde el mar de Málaga...

Transi Robles dijo...

Gracias Mar Azul..., estoy deseando encontrar un día para estar a solas contigo y entrar en tu casa, en tu playa, en las gentes que tan admirablemente retratas y leer esas enigmáticas palabras que las acompañan. Y llena de luz y de emoción, lentamente, responder a tus palabras. Hasta pronto amigo. Un besazo.