domingo, 9 de septiembre de 2018

La Leyenda del "Salto del gitano"




Uno de los lugares de obligatoria visita en el Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres) es el Roquedo de Peña Falcón, conocido más popularmente como “el Salto del Gitano“.


Cierto día, en el siglo XIX, dos tratantes de ganado se dirigían desde Plasencia hasta Trujillo para vender en el mercado una cuadrilla de mulas y caballos, cuando se encontraban atravesando el actual Parque de Monfragüe comenzó a ponerse el sol y se vieron obligados a hacer noche en unos chozos situados junto a Villarreal de San Carlos. Durante la noche y mientras dormían, alguien desde la distancia los observaba. Era un robusto, bravo y sanguinario bandido de etnia gitana que desde la lejanía esperaba el momento oportuno para asaltarlos. Comenzó a amanecer y los comerciantes se pusieron en marcha, el bandolero gitano pensó que aquel era el momento y a punta de navaja los sorprendió apoderándose de la cuadrilla de mulas y caballos. Una versión de la leyenda cuenta que los tratantes fueron asesinados tras su encontronazo con el ladrón sin embargo otra interpretación habla de que nada más verle huyeron despavoridos. Sea como fuere, el caso es que el bandolero, una vez robó los animales, montó en una de las mulas atando el resto a remolque y comenzó a alejarse del lugar con premura.


Al poco tiempo topó con una pareja de guardias civiles que le dieron el alto. Al verlos rápidamente desmontó de la mula y huyó desesperadamente campo a través, los guardias fueron tras él. La persecución fue larga, escapó por la Sierra de las Corchuelas hasta que llegaron a un enorme roquedo sobre el río Tajo, la Peña Falcón. El malhechor se paró en el mismo precipicio del roquedo, miró hacia abajo y vio un enorme barranco, giró la cabeza hacia atrás y vio aproximarse a la Benemérita, se encontraba atrapado, pero sin pensárselo dos veces cogió carrerilla y saltó desde lo alto del roquedo. Milagrosamente de un salto consiguió cruzar el Tajo y aterrizar en la otra orilla sin apenas sufrir algunos rasguños. Los guardias observaron incrédulos el salto que había dado el bandolero y cuenta la leyenda que en ese mismo instante fruto de su asombro los guardias civiles quedaron petrificados.


Y es que como curiosidad geológica decir que en este roquedo una roca forma la imagen de lo que dicen es un guardia civil con su tricornio que mira hacia la gigantesca roca desde donde saltó el bandolero gitano.
(Foto tomada del blog: http://ciudad-dormida.blogspot.com/2011/04/la-leyenda-del-salto-del-gitano-parque.html )



Desde los miradores, a pie de la carretera que une las localidades de Torrejón el Rubio y Plasencia, el vuelo de los buitres leonados resulta incansable. Esta inmensa mole de cuarcita que se despeña sobre el río Tajo es como un gigantesco Arca de Noé. Aquí se refugian numerosas especies de aves que viven en las rocas y en sus cumbres.




4 comentarios:

METAL dijo...

muy bonmito

JOSE LUIS dijo...

Mis 2 webs (sin publicidad) pueden interesarle a usted: yofrenoelcambioclimatico.blogspot.com (MENOS es MEJOR) y plantararboles.blogspot.com, un manual para reforestar, casi sobre la marcha, sembrando semillas de árboles autóctonos en zonas deforestadas, baldías, más o menos cercanas al lugar de su recolección. Salud, José Luis Sáez

Transi Robles dijo...

¡Gracias METAL! Saludos

Transi Robles dijo...

Un saludo José Luis.