Una marea de trabajadores de los servicios públicos (unos 50.000 según fuentes policiales cada día...), nos manifestamos el pasado sábado 21 y el jueves 26 de este mes en Alicante en contra de los recortes del Consell de la Generalitat Valenciana.
De aperitivo os transcribo un par de opiniones que circulan por la red:
"... nadie puede negar que viven una situación de privilegio que si dependiera de mi no tendrían. No cabe duda de que la crisis no pone en riesgo su puesto de trabajo. Al menos por ahora... Mientras millones de trabajadores de la empresa privada van al paro, ellos viven con la seguridad de que nadie les dará una patada en el trasero. No me negará que no es un privilegio. Y una seguridad... No hay nada más contranatura que un funcionario. Su proceder es el contrario al que dicta el sentido común: si te ve entrar está pensando: ya viene el pesado este a dar la lata. Mientras cualquier autónomo saltaría de alegría por la visita de un "cliente", un funcionario (que cobra lo mismo si van 20 como si son 200) pondrá la mueca de fastidio típica si te ve aparecer por su negociado..." (Plinio El Joven)
"... Los funcionarios no son sólo los que atienden una ventanilla (que también hacen una labor muy importante), son tu médico, tu cirujano, tu anestesista, el pediatra de tus hijos, tu oncólogo (y espero que no lo necesites nunca), tu enfermera de Atención Primaria, el matron/a que ha ayudado a nacer a tus hijos, la auxiliar de clínica que te hace la cama cuando ingresas en el hospital o te recoge la orina, el celador que te lleva al quirófano, el bombero que te puede atender en un accidente, el policía de tu barrio, el profesor de tus hijos... Plinio, creo que eres un poco obtuso: Todavía hay gente que disfruta con su trabajo, que le encanta el trato con los pacientes, que disfruta operando y haciendo aquello para lo que se ha formado y por lo que se ha esforzado tanto. Hay gente que se queda en el trabajo fuera de su horario laboral si tiene un paciente complicado, que va a verlo si está ingresado un fín de semana aunque no esté de guardia. Te hablo de lo que conozco: la sanidad. En el ámbito de la enseñanza también tengo amigos muy implicados con su trabajo. Ni te cuento... con policías y bomberos. Lo que es contranatura es que aún existan personas que tengan una mente tan estrecha como para seguir comparando a los funcionarios con una panda de vagos... Ah! Y ya puestos, ... gano lo mismo si veo 20 que 200, eso es cierto, pero resulta que veo 500 todos los días (y sin rechistar)." (Sorafenib)

"Mientras yo estudiaba la carrera y no podía salir de "marcha" los fines de semana porque tenía exámenes, muchos amigos míos, decidieron tirar la toalla. Dejaron los estudios al comprobar que en el auge del "ladrillo" o empresas satélites estaba el futuro. En dos años, algún amigo mío... echaba en cara mi decisión de seguir estudiando: - ¡Menudo pringadillo, toda la vida estudiando para nada!. Me lo soltaba en la cara bajando la ventanilla de su Mercedes último modelo. El poco dinero que conseguía como camarero en verano lo gastaba en apuntes, libros y matrícula, mientras mi amigo y otros muchos vivían a todo lujo flotando en la burbuja inmobiliaria. Mi amigo, con 25 años, llegó a tener 3 coches, Mercedes, Audi A4 y el antojito de su vida un Porsche Carrera rojo, pisazo de 200 m2 en pleno centro y apartamento en la playa, cenas aquí y allá, viajes gastronómicos al País Vasco para que Martín Berasategui le diera de comer al módico precio de 160 euros el menú. Él optó por arriesgarse y tirarse de cabeza a la construcción, yo decidí seguir con lo mío. Sabía que no me haría rico con mi trabajo pero me conformaba con vivir digna y honestamente. Prefería una estabilidad laboral obtenida con esfuerzo que el dinero rápido y fácil obtenido con menos esfuerzo. Con el declive del ladrillo y la crisis, mi amigo se ha quedado en el paro, sin coches y con una hipoteca a la que apenas puede hacer frente. Por mi parte, no tengo ningún problema en 'apechugar " para que el país salga de la crisis. Estoy dispuesto a aportar mi "granito de arena" pero lo que molesta es que tengamos que pagar los platos rotos siempre los mismos: los funcionarios. ¿Por qué los políticos no se bajan su sueldo? ¿Por qué no van a su trabajo con su propio coche o en transporte público como todo hijo de vecino? ¿Por qué no pagan su propia factura de móvil?..." (Sorafenib)

Sobran mis palabras, os dejo con las instantáneas...
Deuda Comunidad Valenciana: 20.500.000.000 de euros
Fuente
(¡Enhorabuena al/la creador/a de esta humilde pancarta!)
Valencia y Alicante se vuelcan en la protesta contra el tijeretazo en educación
Fotos La Verdad.es
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