Na ilha por vezes habitada do que somos, há
noites, manhãs e madrugadas em que não
precisamos de morrer.
Então sabemos tudo do que foi e será.
O mundo aparece explicado definitivamente e entra
em nós uma grande serenidade, e dizem-se as
palavras que a significam.
Levantamos um punhado de terra e apertamo-la
nas mãos. Com doçura.
Aí se contém toda a verdade suportável: o
contorno, a vontade e os limites.
Podemos então dizer que somos livres, com a paz e
o sorriso de quem se reconhece e viajou à roda do
mundo infatigável, porque mordeu a alma até aos
ossos dela.
Libertemos devagar a terra onde acontecem
milagres como a água, a pedra e a raiz.
Cada um de nós é por enquanto a vida.
Isso nos baste.
.
José Saramago
Na ilha por vezes habitada, "Provavelmente alegria", 1985
En la isla a veces habitada de lo que somos, hay
noches, mañanas y madrugadas en que no
necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente
y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen
las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en
las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la
voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres,
con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y
viajó alrededor del mundo infatigable, porque
mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren
milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.