Hacen imposible la liberación de toda presa que haya tragado el señuelo a más de la mitad, dificultan mucho el sacar los anzuelos, lesionan demasiado a las presas, son débiles y suelen desdoblarse, al penetrar dos o más anzuelos provocan que el señuelo haga palanca y pueda soltarse así el pez (muy lastimado por cierto), se entierran en todo provocando un verdadero desaguisado con la red, son peligrosos y no pocas veces terminan enterrados en el pescador ante una sacudida del pez, las puntas del anzuelo se ruedan con facilidad y son demasiado débiles para penetrar quijadas duras, al sacarlos de la caja de pesca se agarran de otros señuelos y quita tiempo destrabarlos, su manipulación es más difícil y normalmente nos pinchamos varias veces, es muy sencillo que en el agua ante cualquier salto se traben los anzuelos con la línea y el señuelo ya no trabaje, con frecuencia se atoran con la malla de la red al tratar de sacar al pez y este hace palanca con el señuelo y se escapa etc, etc, etc… la lista de peros sigue y sigue y cabe preguntarnos ¿a cambio de que beneficios?"
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"Un amigo perdio un señuelo enrocado en un lado de una gran cala. Al día siguiente lo encontro enganchado en una gaviota que había muerto con el señuelo clavado."
(Comentario por el foro)
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